Cuentos Completos, de Julio Cortázar (L.C. 2)

Tengo en mis manos los dos tomos de los Cuentos Completos de Julio Cortázar, pero no sé por dónde empezar. Hace mucho tiempo los leí, pero cada vez que necesito respira acudo a ellos, los abro al azar, y empiezo a buscar una respuesta a mis problemas, es como un vademécum que me irradia su energía y me ayuda a sobrevivir. La primera vez que me acerqué a Cortázar fue en una residencia y junto con aquella mujer desnuda leímos Relato con un fondo de agua. La excitación no pudo ser mayor, asombrado de que alguien escribiera como yo deseaba hacerlo. Siempre lo agradecí; a los dos.
Cuando aparecieron los Cuentos Completos de Alfaguara creció en mí una obsesión por poseer aquellos cuentos que tantas alegrías me habían deparado, pero no fue fácil adquirirlos. Tuvo que pasar un buen tiempo hasta que por fin el milagro se presentó y entonces la biblioteca se llenó de orgullo al tener semejante joya (la forma en que los conseguí se remonta a los tiempos en que el peligro y el miedo eran mis únicos recursos para poder acceder a semejantes libros).
Quisiera hablar de todos los cuentos pero me parece demasiado largo y no creo tener la capacidad para plasmar todas las sensaciones en esta hoja, aparte de que ya se me han olvidado unos cuentos, sobre todo los últimos. ¿Cuál sería el cuento que más me gustó de Cortázar? Difícil pregunta pero al ojear el índice me encuentro en orden cronológico con: Manos que crecen, Casa tomada, Carta a una señorita en parís, Lejana, Circe, Bestiario, para citar los primeros. Por ejemplo no puedo sacarme de la cabeza este diálogo. “-¿A vos no te parece que está mucho más flaco?- dijo. Laura hizo un gesto. Un brillo paralelo le bajaba por las mejillas. –Un poco- dijo -. Uno va cambiando...”. Las cartas de mamá han despertado fantasmas milenarios que creían haber enterrado. En el libro de Las armas secretas también se encuentra El perseguidor, que por lo largo puede agotar, pero es maravilloso. Está Final de Juego, con el chillido de la Puerta condenada, un pull-overs que nos exonera de toda culpa, el río que nos mira, el pez, la noche y los niños que juegan, pero sobre todo esta aquel Relato con un fondo con agua, que como lucio me sigue obsesionando en mi inconsciente. La historia de famas y cronópios nos reconforta a medida que volvemos a ella y aunque queremos y creemos ser un cronópio, el destino nos ha deparado la infeliz fama de ser humano. El primer tomo se cierra con Todos los fuegos, el fuego, cuentos con una escritura más madura, que conceden una que otra sorpresa en cada esquina. El otro cielo en un homenaje al conde de Lautréamont, al menos eso es lo que dicen los entendido, pero no sé por qué, pero no me deja de maravillar aquellas madrugadas de parrandas en los bulevares parisienses o tal vez bonaerenses, donde el amor por la vida y la ruptura de lo cotidiano es un sueño realizado. La señorita Cora, con su erotismo disimulado, La autopista del sur, una aventura absurda pero cotidiana, La isla del mediodía, que nos ofrece una sorpresa, pero muy especial Todos los fuegos, el fuego, un cuentazo, que, como dice Borges, no se puede explicar, porque sentimos de que algo hermoso se ha perdido. 
Del segundo tomo es muy poco lo que puedo hablar porque la mayoría de cuentos, desafortunadamente los he olvidado pero puedo hablar de unos cuantos que me dejaron una grata sensación. Por ejemplo Silvia, leída ya la en el Último round, acrecentó mi amor por las lolitas de Nabokov, belleza de niña trayéndome a mi memoria la historia conocida de un fantasma infantil que jugaba con los niños en una casa de Bogotá. El Tango de vuelta es un señor cuento que también me impresionó donde regresa Nilo o tal vez su fantasma para vengarse de su esposa pero con ese erotismo y esa trama cinematográfica que siempre caracterizó a Julito en muchos de sus cuentos. Un tal Lucas no es mi favorito, no porque sea malo, no, ni más faltaba, pero queda un antecedente como Historia de famas y cronópios que opaca a Lucas. Pero esa es una apreciación muy ligera, estoy seguro que cuando vuelva a tomar los cuentos mi opinión cambiará porque Cortázar es fantástico y que mejor medicina para la vida. Este segundo tomo esta por leerse y conocer su obra de madurez, estoy seguro que grandes sorpresas me deparará, y eso es lo hermoso de su obra, que nada de lo que se diga es cierto y único, siempre habrá algo nuevo que decir de Cortázar, y así seamos lo más malos lectores, podremos opinar aunque sea con un suspiro. Los últimos cuentos tienen que leerse, y es mejor leerlos cuando no se tenga la influencia de los primeros cuentos. 
Nota: Aunque el texto anterior fue escrito a comienzos del nuevo milenio, sigo pensando lo mismo de Julio Cortázar, es uno de mis escritores favoritos y siempre he querido estructurar un curso solo para hablar de él y de su obra. Lamentablemente los cursos de literatura que me quedan ya son pocos, pero espero poder hablar algún día con alguien de sus maravillosos cuentos y de sus novelas. Tengo amigos que sienten una gran pasión por Julito. Mi amiga Graciela tiene unas grandes ediciones que ya no se consiguen y sabe de algunas novelas que llegan al alma. Mi amigo Pablo también es un conocedor, casi contemporáneo de Cortázar y me enseñó la sensibilidad que existía allí. De tal manera que los Cuentos completos sigue siendo una de las joyas de mi biblioteca, y vuelvo y lo digo, algún día me sentaré a hablar de este maravilloso escritor con un grupo de estudiantes, hasta que sus cuentos vuelvan a revitalizar mi espíritu. Julio Cortázar, Cuentos Completos, Madrid, ed. Alfaguara, 1995, 2 tomos.

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